Roscoe, el querido bulldog y fiel compañero de Lewis Hamilton, falleció el domingo 28 de septiembre por la noche, en brazos del piloto británico. Tras varios días en estado crítico y conectado a un respirador artificial, Hamilton tomó la difícil decisión de dejarlo ir.
“Anoche perdí a mi mejor amigo”, compartió en X (antes Twitter), acompañado de un mensaje de agradecimiento por el cariño que los fans le mostraron a Roscoe durante años.
En un emotivo mensaje en Instagram, el piloto —actualmente con Ferrari— detalló que Roscoe luchó hasta el final: “Tuve que tomar la decisión más difícil de mi vida y decirle adiós… Me siento muy agradecido y honrado de haber compartido mi vida con un alma tan hermosa, un ángel y un verdadero amigo».
Roscoe era mucho más que una mascota: era una figura querida por los fans, protagonista frecuente en redes sociales y paddocks de Fórmula 1. Su partida deja un gran vacío tanto para Hamilton como para quienes lo seguían con cariño.

