La Fiscalía General del Estado (FGE) ha iniciado una investigación para esclarecer las circunstancias que rodean el fallecimiento de “El Chicles”, el icónico perro que se convirtió en símbolo de energía y lealtad en las carreras deportivas de la ciudad, siempre al lado de su dueño, el corredor Héctor Hernández.
Según relató Hernández, aunque inicialmente tenía previsto cremar el cuerpo del animal la mañana del miércoles 1 de octubre, decidió aplazar el procedimiento para permitir que las autoridades ministeriales realizaran una necropsia forense.
El objetivo: determinar si la muerte fue accidental o si existió algún acto deliberado.
La necropsia, a cargo de un médico veterinario especializado, podría extenderse entre dos y cuatro días.
Durante ese tiempo, el cuerpo permanecerá bajo resguardo de la FGE. Una vez concluidos los análisis, los restos de “El Chicles” serán entregados a su propietario.
Sospechas de envenenamientoLas dudas surgieron tras revisar imágenes de cámaras de seguridad. En ellas se observa un vehículo circulando a alta velocidad y, momentos después, al perro corriendo de forma alterada.
En grabaciones posteriores, “El Chicles” aparece desorientado, con signos de mareo, lo que ha despertado sospechas de un posible envenenamiento.
Conmovido por el cariño que la comunidad le profesó al can, Hernández expresó su deseo de que la despedida final sea compartida.
Entre las opciones que contempla están realizar un sepelio en un espacio público donde los tijuanenses puedan rendirle homenaje, o bien optar por una ceremonia privada con la cremación del cuerpo.
La investigación ministerial seguirá su curso hasta esclarecer las causas precisas del fallecimiento.
Mientras tanto, la partida de “El Chicles” ha dejado una profunda huella en la comunidad deportiva y entre los habitantes de Tijuana, que lo recuerdan como un compañero incansable, fiel y vibrante en cada carrera.

