Desde el pasado sábado 27 de septiembre, El Mictlán abrió sus puertas con una nueva visión para el 2025, transformando el corredor 2000 en un campo encantado donde la tradición del Día de Muertos se entrelaza con la fantasía.
Este santuario de flores, hadas y secretos estará disponible hasta el 2 de noviembre, ofreciendo una experiencia sensorial que celebra la vida, la memoria y el arte. Un recorrido entre altares, resbaladillas y recuerdos. Al ingresar, los visitantes son recibidos por un valle de cempasúchil que guía hacia una gran resbaladilla, un teatro al aire libre y la entrañable Casita de Coco, donde Mamá Coco espera para una foto que parece sacada del cine.
Cada rincón está diseñado con detalles imperceptibles que invitan a detenerse, mirar y sentir, te vas a sorprender. Incluso también te puedes encontrar al niño de Coco Miguel Rivera con su guitarra y cantando.
Desde el kiosco central hasta el mirador, pasando por la pequeña granja infantil y la Choza de Otoño, donde puedes decorar tu propia calabaza, el recorrido se convierte en una travesía emocional. El clásico laberinto cobra vida con personajes como la catrina, Mojigangas y botargas que interactúan con los visitantes en un ambiente festivo y nostálgico.
Artesanía, café y música en vivoPara quienes buscan llevarse un pedacito del Mictlán, la tienda ofrece productos artesanales y flores eternas. La Cafetería Mictlán complementa la experiencia con café, cerveza artesanal y una propuesta gastronómica que honra los sabores de la temporada.No se requiere reservación, el estacionamiento es gratuito y cada día hay presentaciones artísticas y música en vivo.
El costo de entrada es de $180 pesos, con acceso gratuito para niños menores de tres años y mascotas.Un otoño para recordarMás que un evento, El Mictlán se ha convertido en un espacio de conexión emocional, donde la tradición se viste de fantasía y cada visitante se convierte en parte de la historia. Un homenaje a la memoria, la creatividad y el espíritu comunitario que florece en cada rincón.
